martes, 25 de septiembre de 2012

Ritos en Japón

CEREMONIA DEL TÉ




La ceremonia del té, que en japonés recibe el nombre de chanoyu, es una costumbre social y estética característica del Japón, en la que se sirve y se bebe el matcha (té verde en polvo).
De acuerdo con las fuentes históricas documentadas, el té fue introducido en el Japón alrededor del siglo VIII, procedente de China, donde esta infusión se consumía desde el período de la dinastía Han oriental (años 25-220 de la era cristiana). El matcha, tal como se consume hoy en día, era aún desconocido por entonces. Su aparición no se produjo hasta finales del siglo XII, época en que fue importado de China, país entonces gobernado por la dinastía Sung. En aquellos tiempos, el té era una especie muy apreciada; se utilizaba sobre todo como bebida y se le atribuían también propiedades medicinales.
La costumbre de beber matcha se extendió gradualmente entre los sacerdotes Zen y las clases dominantes. A partir del siglo XIV, el matcha se utilizó también en un juego que recibía el nombre de tocha. Se jugaba en las fiestas y consistía en servir a los invitados varios tipos distintos de té, procedentes de diversas regiones. Los jugadores entonces tenían que adivinar cuál de ellos era el que había sido cultivado en una determinada zona, famosa por la calidad de su té. Los que conseguían acertar recibían premios. A medida que aumentó la popularidad de este pasatiempo las plantaciones de té comenzaron a extenderse, sobre todo en el distrito de Uji, cerca de Kioto, en donde aún se produce el mejor té de Japón.



Elementos indispensables para la ceremonia del Té.
1) La sukiya o casa de té.
Aunque la ceremonia del té se puede celebrar en casa, es costumbre el llevarla a cabo en una casa especialmente dedicada a ello, que recibe el nombre de sukiya. Consiste en una sala de ceremonias, propiamente dicha (cha-shitsu), una sala para los preparativos (mizu-ya) una sala de espera (yoritsuki) y un camino de acceso (roji) flanqueado por un jardín, que acaba en la puerta de la casa de té. Dicho edificio suele estar situado en una zona arbolada.
2) Utensilios.
Los utensilios son el cha-wan (tetera), el cha-ire (recipiente para el té), el cha-sen (agitador especial de bambú) y la cha-shaku (cucharón de servir, de bambú). Estos utensilios suelen ser valiosos objetos artísticos, y muchos de ellos suelen pasar de generación en generación.
3) Ropas y ornamentos.
En cuanto al vestuario, es preferible elegir los colores poco llamativos. Cuando se trata de ceremonias formales, los hombres llevan kimonos de seda de colores lisos, con los blasones de la familia y los tradicionales tabi (calcetines) blancos. Los invitados deben traer un pequeño abanico plegable y unas cuantas kaishi (servilletas de papel pequeñas), cada uno.


OTROS RITOS JAPONESES

Aizen Myo y el Amor:
Representado con tres ojos y seis brazos. Aizen Myo era la antigua divinidad japonesa del amor.
Para invocar su protección en asuntos amorosos:
Al levantarse por la mañana permanezca descalzo y coloque en un recipiente de cerámica blanca cuatro caracoles (con la abertura hacia arriba) y cúbralos con agua.
Encienda a su lado una varita de incienso de sándalo y realice frente a estos elementos, una meditación corta invocando mentalmente la protección de dios Aizen Myo.
Todos los días, al levantarse, remueve el agua y realice una meditación similar con el incienso de sándalo encendido.
 
Para que no falte el pan.
Joven doncella del alimento, Waka uke no me. Hace que el pan jamás falte en los hogares. Para esto coloque en un rincón de su cocina una canasta con tres trozos de pan, cúbralos con una servilleta blanca. Una vez por semana, reeplace los trozos de pan por otros similares, encienda una vela blanca para agradecer el alimento que les otorga y utilice los panes que ha descartado para alimentar pajaritos.
 
Xikuani, protectora de los niños.
Deidad protectora de jóvenes y niños, puede ser invocada efectivamente si diariamente enciende una vela verde espolvoreada con un poco de sal por cada persona que queremos que proteja, sobre una mesa de madera y un mantel de hilo verde claro.
 
Amida, diosa de la felicidad.
Divinidad encargada de llevar las almas ya purificadas a la mansión de la felicidad, Uno de los rituales más conocidos al respecto y que tiene como finalidad asegurar la felicidad de los habitantes de una casa, consiste en encender durante el atardecer una varita de incienso de loto en cada una de las habitaciones, colocar a su lado una flor blanca en un vaso de agua y pedir mentalmente a la diosa Amida que tenga la bondad de propiciar la dicha de quienes habitan bajo ese techo.
 
Yakushi Nyorai, contra las enfermedades.
Es el dios encargado de proteger la salud y curar las enfermedades. Se lo representaba con forma de Buda, portando un cuenco con medicinas y acompañado por la Luna y el Sol. Para acelerar el proceso de curación de una enfermedad. Coloque en la habitación del enfermo una pequema estatua de un Buda y guarde los remedios que debe tomar cerca de ella. Diariamente, además encienda junto a esta imagen una vela blanca o lila sobre la cual habrá escrito el nombre del dios invocado.

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